El trágico asesinato de Andrés David Tamayo Rodríguez, un joven de tan solo 17 años, conmocionó a la comunidad del barrio Kennedy en Girardot. Este devastador incidente ocurrió alrededor de las 2:50 p.m. del lunes 23 de octubre, justo frente a una vivienda en la manzana 16, a escasos pasos del mal llamado «Parque del Diablo».
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Según las versiones recopiladas, dos individuos a bordo de una motocicleta se aproximaron a Andrés sin mediar palabra, y sin ninguna consideración por la vida humana, abrieron fuego repetidamente contra él. El resultado fue un joven gravemente herido que, a pesar de los esfuerzos por salvarlo, llegó al centro asistencial sin signos vitales, una pérdida inmensurable para su familia y comunidad.
Las autoridades, en particular el personal de la SIJIN y SIPOL adscritos a la Policía de Cundinamarca, están trabajando incansablemente para esclarecer los motivos detrás de este homicidio brutal. Hasta la fecha, no se han encontrado antecedentes judiciales que puedan arrojar luz sobre por qué este joven fue víctima de tal violencia.
La pérdida de un menor de edad de esta manera es un recordatorio sombrío de la violencia que todavía afecta a muchas comunidades en Colombia. La sociedad en su conjunto debe unirse en busca de soluciones para prevenir estos trágicos eventos y garantizar un entorno seguro y próspero para las generaciones futuras.
